domingo, 25 de junio de 2017

Biblioteca de aula y animación a la lectura



BIBLIOTECA DE AULA
Este trabajo consiste en la elaboración de un rincón de lectura para el segundo ciclo de educación infantil. 
La biblioteca de aula es un recurso fundamental que nos va a permitir incluir actividades libres y motivadoras en la programación de aula, acercándonos así a una educación integral real.
Nuestro rincón de lectura va a estar pensado y estructurado para que los niños tengan la libertad de elegir. El objetivo es motivar su necesidad innata de aprender y acercarles a la literatura de una forma placentera. Este va a ser el primer paso para que los niños se involucren en su proceso de aprendizaje y puedan llegar a ser grandes lectores.
El momento evolutivo de los niños va a determinar el diseño de nuestro rincón de lectura. Al tratarse del segundo ciclo de infantil, nuestra biblioteca va a ser de iniciación lectora. Esto significa que estaremos atrayendo la atención de los niños a los libros antes de que sepan leer, sentando los pilares de su desarrollo como lectores. Por esta razón, resulta de vital importancia que preparemos un espacio cálido y confortable, donde se sientan seguros y acogidos ¡Y donde se diviertan y puedan expresarse! Tanto los niños como la maestra deben participar en la creación de este lugar para que esté cuidado y sea especial para todos.

Situación en el aula 
El dibujo que presentamos nos sirve para representar un aula de educación infantil. A continuación, vamos a explicar la idea que hemos querido transmitir en este dibujo.
El lugar que en el que vamos a centrar nuestra atención es el rincón de lectura, para justificar los motivos de su ubicación en el espacio. Como podemos ver, nuestro rincón de lectura se encuentra ocupando un espacio importante al fondo de la clase. Así, tendríamos una de las ventanas dando luz a nuestra pequeña biblioteca, lo que es un factor importante porque debe estar muy bien iluminada. Los elementos que vemos en este espacio son unas mesitas pequeñas con sillas, cojines y una gran alfombra o colchoneta, que es una representación muy simplificada de lo que tendríamos. Las paredes serían en lugar para las baldas y cajoneras con nuestros cuentos y materiales. Lo veremos con más detalle en el apartado de diseño.
La situación en el espacio nos parece la más adecuada, porque además se encuentra lejos de la entrada y las perchas, y de la puerta del baño. La razón es que en la medida de lo posible debemos procurar que sea un lugar de calma en el que las interferencias acústicas sean mínimas.
Por otra parte, vamos a aclarar nuestra idea acerca de "La casita", ya que es un espacio que hemos situado tan cerca del rincón de lectura. "La casita" es un espacio especialmente dedicado al juego simbólico, con pequeñas mesitas, un sofá, disfraces, etc. En él, los niños pueden hacer representaciones libres de situaciones cotidianas o inventadas. Los dos espacios están muy cerca porque así los niños podrían jugar a partir de los cuentos, disfrazarse de los personajes, etc. (Un ejemplo sería que un niño quisiera crear un periódico en nuestro rincón de lectura y luego jugara a leerlo en el desayuno en “La casita”)

Diseño

Como ya hemos señalado, necesitamos transmitir que nuestra biblioteca de aula es un lugar cálido, confortable y seguro; esa sensación hogareña de “aquí estoy bien”. Para conseguirlo, necesitamos que se den varias condiciones, pero la más importante es que los niños puedan establecer un vínculo con el espacio. 

Nuestra idea del diseño es que el rincón de lectura debería ser como los cuentos que contiene: acogedor, bonito, mágico y emocionante. Para ello, no sólo tendremos en cuenta los intereses y opiniones de los niños, sino que les pediremos ayuda para la decoración. Tanto la maestra como el grupo de niños necesitan implicarse para “hacer suyo” ese espacio, para que todos sientan que tienen su lugar.
Es importante no partir de ideas preconcebidas, por ejemplo, que a todos los niños les gusta más leer en el suelo rodeados de almohadones o, por el contrario, que todos deberían leer sentados. Lo importante es que los niños encuentren muchas formas de actuar en ese espacio. 
Por lo tanto, en nuestro rincón de lectura habrá una mesa circular rodeada de sillas y pufs; y también alfombras y colchonetas con cojines coloridos divertidos de muchas formas y tamaños. 
Ante todo, será un espacio para los niños de la clase: ellos son los protagonistas en este lugar. Los materiales y los libros estarán situados a su altura y de forma que puedan acceder a ellos fácilmente. Este lugar es de los niños, y por lo tanto deben ser capaces de actuar en él de forma autónoma. Los libros deben estar colocados de forma que se vea la portada (y no de canto) y utilizaremos estanterías de listones, cajas y bolsillos transparentes para colocarlos.
Para acabar, este rincón tiene que ser versátil, dinámico, sorprendente ¡pero también ordenado y organizado! Un lugar desordenado transmite sensación de inseguridad y nerviosismo, y lo que queremos conseguir es el efecto contrario. Para conseguirlo, colocaremos carteles de colores con dibujos y signos que ayuden a los niños a entender el funcionamiento y la organización de nuestra biblioteca de aula.
A continuación, añadimos algunas fotos de inspiración que utilizaríamos para el diseño:





Contenido/fondos 

El contenido que seleccionemos es clave para que los niños puedan acudir al rincón de lectura como a un pequeño refugio cómodo, placentero y apasionante. Necesitaremos libros con los que los niños disfruten y también que les ayuden a conocerse más a sí mismos y el mundo que les rodea. Para esta etapa es clave que los cuentos presenten situaciones que el niño pueda reconocer y personajes con los que se pueda identificar, pero también que les abran la posibilidad de entrar en mundos de fantasía, mágicos y de aventuras. 

El grueso de nuestros fondos estará compuesto por libros de autor. Los libros que proponemos son cuentos originales, llenos de encanto cuya finalidad no es enseñar una lección concreta a los niños, sino el disfrute y hacer una invitación a los niños para imaginar y pensar por sí mismos. Cada libro de nuestra biblioteca de aula debe incluir esta función: ayudar a los niños a buscar sus propias respuestas. Un listado de referencia sería el siguiente:
1)    Adivina cuánto te quiero. Sam Mc Bratney.
2)    ¿A qué sabe la luna?  Michael Grejniec
3)    Amelia quiere un perro. Tim Bowley
4)    Elmer. David McKee 
5)    El león que no sabía escribir. Martin Baltscheit
6)    Enamorados. Rebecca Dautremer
7)    Te quiero un montón. Juan Carlos Chandro
8)    Por cuatro esquinas de nada. Jerome Ruiller
9)    El pez arcoíris. Marcus Pfister.
10) A todos los monstruos les da miedo la oscuridad. Michael Escoffier
11) El cocodrilo al que no le gustaba el agua. Gemma merino
12) Diario de las emociones. Anna Llenas
13) Siete ratoncitos ciegos. Ed Young
14) El monstruo de colores. Anna Llenas
15) La cebra camilla. Marisa Núñez.

En este apartado se incluyen varios libros de las editoriales Kalandraka y Kokinos. Se consideran editoriales de referencia y se tendrá en cuenta para añadir títulos pertinentes por las personalidades e inquietudes que vayamos observando en el grupo. Es decir, nuestra biblioteca va a ser dinámica y va a estar en constante evolución para poder responder a las necesidades de los niños.
Estos libros son ideales para esta etapa por su calidad literaria y por la pertinencia de los temas para esta etapa. Además, son libros que tienen color, alegría y belleza.
Además, incluiremos en nuestros fondos cuentos folclóricos, entre ellos aquellos de canciones y rimas, sin olvidar tampoco los cuentos populares y los cuentos de hadas. También iremos incluyendo a medida que pase el curso creaciones literarias realizadas por la maestra en base a los intereses y preocupaciones que observe en el grupo, así como las propias creaciones literarias de los niños.
Los criterios que nunca perderemos de vista a la hora de incluir libros en nuestro rincón de lectura son aquellos que los hacen ideales para los niños de estas edades. Las encuadernaciones tienen que ser resistentes, la cubierta atractiva y tipografía grande. Pero si es importante la forma, más lo es el contenido: necesitamos cuentos que provoquen reacciones en el grupo y que vivan intensamente.
Organización y gestión 
Como ya hemos argumentado, una biblioteca de aula debe ser un lugar organizado, con un sistema que los niños sean capaces de entender. 
Los niños de la clase dispondrán de un carnet cada uno, que nosotros mismos habremos elaborado en clase. El carnet estará hecho de cartulina de colores plastificada y atada con un lacito para que los niños puedan llevarlo colgado o dejarlo colgado en su percha. Aparecerá el nombre del niño y su foto, y también la representación de un personaje que elijan, a modo de seudónimo. Estos carnets servirán a los niños para llevar un libro a casa durante un día. El carnet se queda guardado en la caja de préstamo hasta que el niño devuelve el libro, así siempre sabremos qué niños tienen un cuento en casa.
Para que nuestra biblioteca sea dinámica, incluiremos estantes especiales para libros que la maestra incluirá de la biblioteca municipal y también para libros que los niños y/o los padres quieran traer de casa. Estos libros estarán disponibles durante un tiempo limitado y sólo se podrán leer en el rincón del aula, no estarán disponibles para llevarlos con el carnet.
Además, sería una idea interesante clasificar los libros por temas, de manera que los niños se acostumbren a hacer una búsqueda como la que se hace en las bibliotecas. Los temas vendrían indicados por dibujos y podrían ser: cuentos de animales, cuentos de hadas, cuentos de aventuras, cuentos de niños, canciones y poemas, cuentos creados en clase, etc. La clasificación habría que afinarla más para que tuviera sentido, pero sirve para transmitir la idea.
Dinamización y animación
Pasando por los distintos apartados de este trabajo, hemos insistido en que el rincón de lectura debía tener unas características determinadas para ser ideal para los niños del segundo ciclo de infantil. Pues bien, si hemos conseguido que los niños encuentren su lugar y tengan libertad de acción en nuestro espacio, tendremos una parte del trabajo. Sin embargo, ahora falta… ¡Darle vida!
El objetivo que queremos alcanzar es que los niños aprendan a disfrutar de la lectura. Para conseguirlo, tenemos que generar experiencias de disfrute leyendo, representando y creando: ¡Tenemos que jugar! Los niños en esta etapa elaboran sus experiencias y entienden el mundo a través del juego y el movimiento, y es desde ese lugar desde el que tenemos que invitarles a acercarse a los cuentos.
Este último paso de elaboración del rincón de lectura, consiste en motivar a todos y cada uno de los niños de la clase para que se entusiasmen con los cuentos. Parece una meta exigente, y de hecho lo es, ya que tendremos que buscar diferentes motivaciones, para atraer a los diferentes tipos de futuros lectores, cada uno con su personalidad, sus experiencias previas, sus gustos, etc. El éxito de este trabajo consistirá en que en el futuro sean capaces de encontrar la motivación para abrir un libro por ellos mismos.
Necesitaremos proponer diferentes actividades de animación a la lectura y observar lo que va ocurriendo. Según la definición que encontramos en los apuntes de literatura, la animación a la lectura es un acto consciente realizado para producir un acercamiento afectivo e intelectual a un libro concreto, que repercuta en el gusto general por la lectura. Es muy importante, por tanto, realizar estas actividades con entusiasmo, pero también con mucho mimo y preparación. La observación de la realidad de los niños, para que las propuestas sean significativas, es indispensable.
Algunas de las estrategias que aparecían en el contenido de la asignatura y nos parecen especialmente interesantes son las siguientes:
1.    Después de realizar una lectura, los niños hacen un dibujo de los personajes. A continuación, nos reunimos para presentar los dibujos al resto del grupo, contando qué nos han parecido los personajes, por qué los hemos representado así, etc.

2.    La maestra realiza una narración y los niños representan lo que van sintiendo con el cuento “poniendo caras”.

3.    Realizamos una lectura deteniéndonos en los momentos clave. Pedimos a los niños que nos expliquen cómo creen que se sienten los personajes en ese momento.

4.    Contando un cuento que los niños ya conocen, incluimos una frase externa al libro o “frase pirata”. Los niños deben identificar la frase y argumentar por qué no cuadra en el cuento.

5.    Realizamos una fiesta en la que cada niño se disfraza del personaje de los cuentos que más le haya gustado.
BIBLIOGRAFÍA
  •  Guía académica de la asignatura “Literatura infantil” (La Salle)
  • Apuntes Pedagogía UCM de la asignatura “Psicología del desarrollo”
Cuadros de orientación al tema:
  • Centro de Orientación de Lectura Mec (Años 90) Características de los cuentos según la edad y etapa del desarrollo.
  • Cubells, F. Evolución de los intereses del niño en relación con la literatura.
  • Asociación Nacional de Editores. Libros Infantiles y Edición.
Webgrafía
  • www.editorialkokinos.com (20/06/17)
  • www.kalandraka.com/es (20/06/17)



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